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LO QUE DICEN LAS MALAS LENGUAS

Dicen Las Malas Lenguas que los regidores que conforman en actual Ayuntamiento de La Piedad ya se van (afortunadamente para todos) y muchos podemos pensar que no los volveremos a ver en la política durante mucho tiempo, pero no es así:

El primer regidor del cabildo actual es precisamente Samuel Hidalgo, a quien tendremos como presidente municipal durante los próximos años; José Luis López Torres, quien le dejó un ratito encargada la regiduría a Juan Andrés Rodríguez para atender la Secretaría del Ayuntamiento, seguramente ocupará la Dirección de Desarrollo Social en la próxima administración.


Amaranta Sugey Silva Alvarado, quien llegó al cabildo representando al PRD y terminó siendo pre candidata a la diputación local por MORENA, anda también buscando una “chambita” en alguna dependencia del Gobierno estatal que encabezará Alfredo Ramírez Bedolla y es probable que aparezca por ahí en el ICATMI o en el Registro de la Propiedad Inmobiliaria.

Regidores como Felipe de Jesús Sánchez, Alejandro Barreto, Gloria Rizo, Carmen Torres, regresarán a sus actividades privadas, lo mismo que Claudia Bravo Guzmán, quien pasará a la historia por su personificación del ánima bailadora.

Y es que, después del polémico cierre de campaña de los candidatos del PAN, en las redes sociales circuló un video en el que se apreciaba lo que muchos dijeron era un espectro que se asomaba por una de las ventanas del palacio municipal. Era en realidad la regidora (que un día fue del PRI) quien, desde su palco privado bailaba “al ritmo de caballito”, con Banda El Mexicano.

¿Tiene la regidora algún otro merito por el cual debamos recordarla?

 

Dicen Las Malas Lenguas que ahora que estamos hablando de los personajes que integran el ayuntamiento, algunas personas se preguntan qué pasará con José Eduardo Torres, el “Robbie Rotten” mexicano. Poco se sabe de eso, pero es una lástima que haya desaprovechado la oportunidad que tuvo de trascender, habiendo escuchado tantas voces que lo encumbraron en un falso peldaño.

Siendo uno de los políticos más jóvenes de esta generación, dejará la administración pública con una imagen deteriorada por haberse involucrado con viejos lobos de mar que lo utilizaron para todo tipo de “marrullerías”. Al final, los únicos beneficiados de su “resplandor” (es un decir) fueron los Ayala Aviña y su clan.

Aunque él mucho puso de su parte para salir tan “chamuscado”, también es cierto que “le doraron la píldora” haciéndole creer el dedo chiquito del gobernador.

Políticos viejos y marrulleros se han aprovechado ya con anterioridad de la inexperiencia de jóvenes como Israel Hernández, Guillermo Aguilar, Luis Bonilla y recientemente Jorge Valera.

Pero, como dice el dicho, el que por su gusto…

 

Dicen Las Malas Lenguas que en cuanto entre en funciones el nuevo Ayuntamiento de La Piedad es muy probable que veamos a José Apolonio Albavera, desconociendo a Iván Rizo Téllez como regidor representante de Morena, “por no comulgar y promover los valores del partido”.

Esos mismos argumentos los esgrimió hace tres años para desconocer a Ricardo Guillén, quien llegó al cabildo al ser incluido en la planilla de Ramón Maya.

La diferencia es que Rizo Téllez, desde un inicio, formó parte de la planilla de Melba Albavera y ni modo de argumentar que no lo conocían, si se sirvieron bastante bien de su experiencia para movilizar gente durante la campaña.

Debemos recordar que días después de la contienda electoral, Melba Albavera hizo público su posicionamiento y dedicó unas palabras para exigir al próximo alcalde Samuel Hidalgo vigilar que los próximos regidores renuncien a los cargos que tienen en otras dependencias de Gobierno. Todos sabemos para quien iba dirigida la pedrada.

En fin, esa será la herencia que le deja al pueblo piedadense el partido que prometió ser “La Esperanza de México”.

 

Dicen Las Malas Lenguas que ahora que hablamos de Melba Albavera, hemos visto que en los últimos días ha estado muy activa buscando negociar con algunos personajes de la iniciativa privada y reconocidos profesionistas de la localidad, para invitarlos a ser parte el equipo de Gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla.

Ya tuvo acercamiento con un empresario local para ofrecerle la Secretaría de Ciencia y Tecnología que el nuevo gobernador, siendo candidato, ofreció primero al astronauta de origen piedadense José Hernández Moreno.

Si le dieron la responsabilidad de ese tipo de negociaciones ¿Cuál será el cargo que ella ocupará?

 

Dicen Las Malas Lenguas que donde las cosas están de color de hormiga es en el Hospital Regional de La Piedad, ya que ahí habrá muchas situaciones que saldrán a relucir: desde médicos que cumplen su jornada laboral en consultorios privados, medicamentos y equipo utilizado fuera del nosocomio, comisiones por servicios de imagenología, venta de plazas y hasta varios casos de negligencia que han costado la vida de pacientes.

Lo cierto es que, dentro del personal médico, ha comenzado a sonar fuerte el nombre de Javier Saldaña Venegas para asumir el cargo que dejará Enrique Pérez Castellanos. El pediatra ya estuvo al frente del nosocomio y por eso muchas enfermeras, médicos y administrativos lo quieren de regreso.

Hay otros galenos que quieren estar al frente del hospital, pero muchas veces estos cargos no se ganan con méritos sino mediante compadrazgos o recomendaciones. Esperemos que ahora sí llegue alguien que ponga orden en todas las áreas y que los pacientes que llegan a urgencias ya no tengan que lidiar con “médicos” que no los quieren recibir o aquellos no se preocupan por bajar sus patas del escritorio mientras atienden a familiares de heridos y enfermos.

 

Dicen Las Malas Lenguas que el gran perdedor de esta contienda electoral fue el Partido Revolucionario Institucional, que solamente un regidor pudo llevar al cabildo piedadense, en la figura de Jesús Rodríguez Saldaña, del cual no sabemos si será de oposición o seguirá la misma tónica de los últimos ediles priista que solo nadaron de muertito, sin meterse en líos y esperando la llegada de la catorcena.

Su presencia en la comuna, es lo único que dejó el proyecto de Hugo Pérez, quien como candidato hizo un buen trabajo revelándose a las imposiciones que este partido suele hacer, dejando atrás la alianza con el PAN y el PRD, conformando, con profesionistas y ciudadanos comprometidos, la mejor planilla que participó en la contienda.

No me juzgue usted a loco, analice cada uno de los personajes que fueron postulados en las otras planillas y verá que el líder de los porcicultores no andaba tan mal. Lo malo es que nunca pudo sacudirse de la imagen de corrupción que tiene la marca PRI.

Sin embargo, ahora que dejó de ser candidato y se puso su camisa de regidor de nueva cuenta ya no le responde llamadas a nadie.

Después de esto, no se ve de donde pueda salir, en los próximos tres años, un personaje que encabece un proyecto político solido para el priismo local. ¿Neta? ¿Conoce usted alguno?

 

Dicen Las Malas Lenguas que, a principios de la presente semana, el presidente municipal Alejandro Espinoza presumió haber logrado, junto al edil electo, Samuel Hidalgo, una importante gestión para el mercado “Gildardo Magaña”.

Se trata de la electrificación del inmueble comercial, la cual se estima que tendrá una inversión por el orden de los 4 millones de pesos.

Hasta ahí todo iba bien, pero resulta que la diputada Adriana Hernández reaccionó enseguida argumentando un grave desencuentro entre el edil y el líder de los locatarios, además de asegurar que ni Alejandro ni Samuel hicieron nada para conseguir ese recurso y que la gestión la hizo ella.

Esto nos deja ver que alguien está mintiendo. ¿A quién le creemos? ¿Realmente importa quien consiguió el recurso? ¿Es dinero de ellos? ¿No se supone que para eso les pagamos?

 

Dicen Las Malas Lenguas que Alejandro Espinoza dejará de ser presidente municipal en muy poco tiempo y aunque algunas personas aseguran que se convertirá en el Secretario del Ayuntamiento no es este el futuro próximo del edil.

La idea de estar en un cargo dentro del Gobierno del estado también ha quedado descartada con la derrota de Carlos Herrera, pero tampoco se le ve trabajando como la gente del pueblo: emprendiendo un negocio o teniendo un patrón a quién servir.

Algo se trae entre manos, pues sigue invirtiéndole tiempo y recursos a su imagen personal: a través de grupos de difusión de WhatsApp emite diariamente más información que los que realiza la dirección de comunicación con todas las dependencias del gobierno municipal.

¿O se está promoviendo para algún cargo en el estado o de plano, a la parte oficial ya no le interesa informar nada?

 

Dicen las Malas Lenguas que en cuanto pasó el proceso electoral, como por arte de magia se resolvieron los problemas en la clínica del ISSSTE de La Piedad. Bueno, al menos mediáticamente, por que casualmente ya ninguno de los líderes de los distintos sindicatos ha reclamado mejor atención para la clase trabajadora.

Este asunto lo sacó a relucir Armando Oceguera, líder del sindicato del ITLP y quien fuera también pre candidato de La Piedad. Resultó extraño verlo haciendo mancuerna con los representantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y hasta con Ricardo García, líder del Sindicato de Empleados Municipales.

Ellos, más que defender a sus agremiados de la falta de medicamentos y de servicios de salud, pretendían darle un espaldarazo a Moisés Rodríguez (pre candidato por Morena a la diputación local), para que continuara como director de la clínica, pues ya desde la ciudad de Morelia otra corriente morenista orquestaba su salida.

Cuando los otros líderes sindicales quisieron hablar con la prensa sobre otros temas, Ricardo García y Paco Ríos se encargaron de boicotear todas las entrevistas que estaban programadas.

Ellos, seguramente ya negociaron algo por debajo del agua. Mientras tanto, que se jodan los trabajadores, pues a decir del propio director Moisés Rodríguez, “ni un parto se puede atender en ese lugar”.

 

 

Dicen las Malas Lenguas que durante la semana y tal vez en unos días más, el tema de conversación será la visita del Gobernador Silvano Aureoles al Palacio Nacional. Bueno, visita no, por que no lo dejaron entrar. Digamos que el plantón, bueno, tampoco porque solo duró cuatro horas.

Mejor, el intento por hablar con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Bueno, tampoco sabemos si realmente tocó el timbre como para decir que no le abrieron. ¿El esfuerzo? Noooo, tampoco, se le veía muy cómodo en el banquito verde.

Mmmm, ¿cómo decirlo? ¿La sentada?

Es más, ¡ya! ¡Basta! Creo que usted sabe a qué nos referimos: el gober quería presentarle al Peje las pruebas que pidió sobre la intromisión del narco en el proceso electoral y la supuesta corrupción de Morena.

El mandatario no quiso recibirlo, verlo ni oírlo, con el argumento de que “hay que respetar las instancias oficiales”.

Si López Obrador hubiera dicho “¿Y yo por qué?” habría emulado a Vicente Fox; de haberlo ignorado se habría parecido al “ni los veo ni los oigo” de Salinas de Gortari. Decir que la elección se ganó “haiga sido como haiga sido” sería avalar el dicho de Felipe Calderón.

¿Qué hacer entonces? ¿Cuál rol tomar?

La respuesta fue más que obvia: todas las anteriores.